La antigua herida urbana del Colombino se transforma en espacio de remanso que integra las tramas y le da continuidad con la plaza Houston. La marisma territorial emerge urbana corporizada en habitat residencial. Territorio y ciudad se reencuentran en la renovada Isla Chica recorriendo el nivel superior como meandros del rio. La zonificación de las actividades "construye" un nuevo sello que permite la rehabilitación topográfica, eliminando la ancestral barrera entre barrios. Los dos barrios avanzan uno sobre el otro quedando enlazados. Las tramas se superponen perimitiendo integrar toda la operación dentro del entorno existente generando un ámbito público de calidad para descanso y esparcimiento. La plaza Houston potencia su carácter barrial, más íntimo, recogido, manteniendo las alturas de sus límites comunicada con el nuevo parque por debajo de la calle, que asimismo conecta el tránsito rodado entre los barrios la "Marisma Nova" antropizada y urbana ofrece un nuevo espacio de encuentro público.